Una vez más, se trató de una cuestión de deslealtad en la información del producto proporcionada por los empleados de Banco Popular a su cliente. 

Los empleados de la entidad bancaria le persuadieron a adquirir el producto, convenciéndole de que no entrañaba ningún riesgo y ocultándole las verdaderas condiciones de conversión de esos bonos en acciones. De esta forma, nuestro cliente "mordió el debo" y adquirió los bonos sin tan siquiera imaginarse que desde ese mismo momento estaba entrando de lleno en el riesgo especulativo de la cotización de las acciones del Banco Popular. Tanto fue así, que cuando se produjo en 2013 el canje obligatorio de esos bonos por acciones pudo percatarse de cómo prácticamente había perdido toda su inversión. 

Nuestro cliente acudió a Palomar Abogados  a mitad del pasado año lógicamente temeroso, puesto que desde determinadas fuentes le habían indicado que la posibilidad de solicitar la nulidad de su compra había caducado, 

y que por tal motivo le había ya transcurrido temporalmente la posibilidad de recuperar su dinero. 

Nosotros le convencimos de lo contrario, de que quedaba una alternativa perfectamente viable para reclamar y recuperar la inversión, que no era otra que la de interponer una reclamación de daños y perjurios. Y así ha sido como tras la demanda confeccionada por Palomar Abogados, el damnificado a podido recuperar los 30.000.-euros invertidos en el producto más los intereses legales desde la interposición de la demanda.